Diana y el hilo de la primavera
Hace mucho tiempo, en los hermosos bosques de Rumanía, vivía una joven llamada Diana. Diana era conocida por su amabilidad y su amor por la naturaleza. En la primavera, cuando los primeros brotes de ghiocei comenzaban a aparecer, Diana solía pasear por el bosque y maravillarse con la renovación de la vida.
Un día, mientras exploraba un rincón secreto del bosque, se encontró con una baba sabia que brillaba con una luz especial. La baba llevaba consigo una caja llena de pequeñas cintas rojas y blancas. Con una sonrisa, la anciana le regaló a Diana una de esas cintas, explicándole que eran Mărțișoare, amuletos de buena suerte y prosperidad. La anciana le contó a Diana la historia detrás de estos Mărțișoare.
En tiempos antiguos, la diosa de la primavera, Dochia, solía tejer hilos rojos y blancos como símbolo de la dualidad de la vida, la entre la blanca nieve del invierno y la roja calidez de la primavera. La diosa convertía estos hilos en pequeños Mărțișoare que otorgaban protección y buena fortuna a quienes los llevaban.
Diana aceptó el amuleto con gratitud y lo llevó consigo. Con el tiempo, los Mărțișoare se convirtieron en un símbolo de esperanza y renovación para la comunidad. La tradición creció y cada año, el 1 de marzo, la gente intercambiaba Mărțișoare como una forma de desear buena suerte y celebrar la llegada de la primavera.
Desde entonces, la historia de Diana y los Mărțișoare se ha transmitido de generación en generación en Rumanía. El pequeño amuleto rojo y blanco se ha convertido en un querido símbolo de la llegada de la primavera, la renovación de la vida y la conexión entre las personas y la naturaleza.
Y así, cada año, la tradición continúa, y desde Rumanía han llegado los Mărțișoare a Aware de la mano de nuestra querida compañera Diana, quien nos ha regalado un amuleto a cada uno de los miembros de Aware, para recordarnos la importancia de la esperanza y la alegría en el cambio de estaciones.